¡Se apostó por el rock and roll!
El cielo despejaba la lluvia, dejando caer solo una suave brizna sobre el Autódromo Hermanos Rodríguez. Los asistentes, ansiosos por ver a Enrique Bunbury, el icónico cantante español, estaban listos para disfrutar de un concierto inolvidable.
Las campanas resonaron por todo el lugar. En el escenario apareció una silueta con rizos esponjosos, característica del artista de Zaragoza. La multitud estalló en aplausos, coreando y bailando los éxitos de Bunbury toda la noche.
La velada comenzó con “Nuestros mundos no obedecen a tus mapas”, una canción de su reciente álbum, Greta Garbo. Siguieron “Cuna de Caín” y “Despierta”, temas que los fans cantaron al unísono, sumergidos en el universo creado por las luces y la potente voz del cantante.
Bunbury anunció que su repertorio incluiría un recorrido por sus éxitos y canciones de Héroes del Silencio. La noche estaba en su apogeo cuando, con sombrero en mano, Bunbury llenó el Autódromo de magia, energía y puro rock. Los asistentes cantaron a pleno pulmón, mientras el artista se acercaba a ellos, creando un momento especial entre olas de manos alzadas.
Fue una noche que valió cada segundo, un concierto muy esperado por los fans mexicanos y, posiblemente, una de las últimas presentaciones de Bunbury en el país, aunque todos esperan que no sea así.