Tungas en CDMX: 20 años de punk, sudor y garganta rota

El Lunario se convierte en casa del pogo y la nostalgia

¿Quién dice que el punk envejece mal? Tungas está a punto de demostrar que veinte años de guitarras afiladas, gritos sinceros y líricas que se clavan como navajazos en el alma son motivo suficiente para celebrar… y en grande. Este 15 de junio, el Lunario del Auditorio Nacional se transformará en un campo de batalla emocional donde los riffs, las chelas y los abrazos sudados serán los protagonistas.

Una banda que nos creció y nos rompió junto a sus canciones

Desde que surgieron en 2004, Tungas se metió de lleno en el corazón de la banda que necesitaba una voz para sus frustraciones, sus derrotas cotidianas y sus pequeñas victorias personales. Su punk no se anda con poses: es honesto, entra al hueso, y ha servido de banda sonora para muchas despedidas, reencuentros, crudas existenciales y amaneceres con olor a calle.

Con discos como Vamos Perdiendo el Corazón, El Espíritu del Tiempo y No Nacimos para Triunfar, Tungas ha armado una especie de diario colectivo. Temas como “Brindemos”, “Dicen que Estoy Muerto” y “Ve Hasta el Final” se corean con una intensidad que no se compra, se vive.

Por eso, lo que sucederá el 15 de junio no es solo un concierto. Es una reunión masiva de almas afines. Es recordar por qué gritábamos en el metro con los audífonos puestos. Es volver a ese slam donde nadie te juzga, donde el empujón es un gesto de hermandad y donde lo importante no es llegar entero, sino llegar sintiendo.

Un viaje por su historia, sin frenos ni filtros

La promesa es clara: Tungas va a recorrer su discografía con todo el amor (y el caos) que se ha ganado en dos décadas de carretera. La expectativa está alta. ¿Habrá invitados sorpresa? Tal vez. ¿Van a sonar esos temas que llevamos años guardando en la garganta? Seguro. ¿Será una noche para perder la voz y recuperar la fe en la música? Definitivamente.

El Lunario no es un venue cualquiera. Es un lugar donde las emociones se escuchan fuerte, donde cada acorde rebota en las paredes y regresa amplificado por cientos de corazones que laten al mismo ritmo. Y Tungas lo va a hacer suyo, como solo ellos saben: sin adornos, sin filtros, directo al pecho.

Así que si alguna vez lloraste con sus letras, bailaste con rabia en sus conciertos o simplemente necesitas una buena dosis de catarsis colectiva, no lo pienses demasiado. El 15 de junio no es una fecha más en el calendario. Es una cita con tu versión más punk, más honesta, más viva.

Porque el punk no muere. Solo cumple años. Y Tungas está más vivo que nunca.

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