La Santanera prende la rumba en el Auditorio Nacional. 

La legendaria orquesta celebra su historia con una fiesta que promete hacernos bailar hasta con los recuerdos

La rumba no envejece: la Santanera está más viva que nunca

Hay cosas que nunca pasan de moda: el danzón bien bailado, el bolero que duele bonito, y por supuesto, la Sonora Santanera. Este año, la orquesta más famosa del país está tirando la casa por la ventana para celebrar sus siete décadas de ponerle ritmo a la vida. Y lo hará como se debe: en el majestuoso Auditorio Nacional de la Ciudad de México, con un concierto que será un viaje musical por todo lo que nos ha hecho vibrar desde los años 50 hasta hoy.

Olvídate de los espectáculos donde sólo ves pasar canciones; aquí se viene a cantar, a bailar, a recordar y a dejarse llevar por esa vibra única que sólo la Santanera sabe provocar. No es casualidad que haya sobrevivido a modas, crisis y hasta a los playlists de reguetón. Su música es parte del ADN sonoro del país, de las fiestas familiares, de los amores que fueron y de los que están por llegar.

María Fernanda, los clásicos y la nostalgia sabrosona

Uno de los ingredientes secretos que le ha dado nuevo impulso a la agrupación en los últimos años es María Fernanda, quien no sólo aporta frescura con su voz, sino que le da un aire renovado a temas que ya creíamos inmejorables. Su presencia en el escenario es un agasajo, y su química con la banda se nota desde la primera nota.

Y si estás pensando que ya has visto a la Sonora antes, piénsalo de nuevo. Para esta celebración de 70 años, el show viene con todo: invitados especiales, arreglos nuevos para los clásicos de siempre, visuales que acompañan la música como si fuera película, y sobre todo, ese corazón gigante que se siente cuando tocan “Perfume de gardenias”, “La boa” o “Luces de Nueva York”.

El concierto es también una oportunidad para ver cómo la tradición se mantiene viva. La Sonora Santanera ha sabido adaptarse sin perder su esencia. Es el ejemplo perfecto de cómo la música tropical también puede evolucionar y seguir siendo un referente sin necesidad de disfrazarse de algo que no es.

¿Por qué no te lo puedes perder?

Porque en un mundo donde todo cambia tan rápido, encontrarse con algo que resiste al paso del tiempo es casi un acto de rebeldía. Y qué mejor forma de hacerlo que bailando. Ir al concierto de la Santanera es mucho más que ir a escuchar música: es conectarte con tu historia, con la de tus papás, tus abuelos o tus hijos. Es vivir un momento multigeneracional donde todos entienden el mismo idioma: el del ritmo sabroso.

Así que ya sabes, si quieres una noche de elegancia tropical, con mucho sabor y cero pretensiones, el 8 de junio el Auditorio Nacional se convertirá en el salón de baile más grande de la ciudad. Y tú estás invitado. ¿Vas a decir que no?

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