El legendario guitarrista aterriza en el Lunario para sacudirnos con una noche de distorsión fina y virtuosismo puro
Un concierto para amantes del arte con cuerdas
Si alguna vez te preguntaste cómo sonaría la guitarra si pudiera hablar todos los idiomas del mundo, Marty Friedman tiene la respuesta. El próximo 21 de junio, el Lunario del Auditorio Nacional será el escenario donde este maestro de las seis cuerdas desplegará su arsenal de riffs, melodías imposibles y técnica quirúrgica. No es un concierto cualquiera, es una cátedra de expresión musical, una clase magistral de cómo se puede cruzar el metal con la música tradicional japonesa, el pop y el progresivo… sin perder el alma.
Marty no necesita presentación entre los fans del rock instrumental. Su paso por bandas como Cacophony o Megadeth dejó huella en la historia del metal, pero lo más fascinante es lo que vino después: su reinvención total como solista y su consolidación como una figura de culto en Japón, donde ha desarrollado una carrera tan única como impredecible.
Y ahora, lo tenemos en México.
Del shred al sentimiento: un repertorio que rompe esquemas
El Lunario se presta perfecto para lo que Marty propone: cercanía, potencia y detalles. Porque esto no va solo de tocar rápido —que vaya que lo hace—, sino de transmitir. Desde piezas melancólicas hasta explosiones técnicas que hacen parecer que su guitarra tiene más dedos de los que permite la anatomía humana, Friedman convierte cada canción en una historia sin palabras. En vivo, su precisión es hipnótica y su presencia, magnética.
Los asistentes podrán escuchar temas de sus discos más emblemáticos, como Inferno, Tokyo Jukebox y Wall of Sound, en un show que mezcla intensidad con sofisticación. Y, si la suerte nos sonríe, quizá suelte alguna sorpresa en el setlist: un cover inesperado, un arreglo japonés o alguna versión instrumental que te deje en modo “¿qué acaba de pasar?”.
Pero más allá del setlist, ir a ver a Marty Friedman en directo es entrar a un universo paralelo, uno donde las fronteras musicales se borran, y lo único que importa es el viaje emocional que se vive a través de las cuerdas.
¿Por qué no te lo puedes perder?
Porque ver a Marty Friedman en un venue como el Lunario es un lujo que no se repite todos los días. No es solo un show de guitarras para músicos; es una experiencia sensorial para cualquiera que ame la música que vibra con pasión. Es técnica al servicio del alma, y eso no se encuentra en cualquier festival ni se explica en un tutorial de YouTube.
Así que si estás buscando una noche distinta, intensa, y llena de arte en estado puro, el 21 de junio tienes una cita con uno de los guitarristas más originales y expresivos del planeta. Prepárate para gritar sin palabras, porque Marty Friedman viene a contarnos su historia... con distorsión.
