Missio: beats confesionales, oscuridad pop y una misión sonora sin filtros

Desde Austin para el mundo, el dúo Missio ha construido una carrera donde la electrónica, el dolor, la redención y los gritos de guerra conviven sin pedir permiso. Y vaya que lo han hecho a su manera.

Del cuarto de grabación a la conquista de oídos rotos

Todo comenzó con un cuarto, una laptop y muchas emociones sin resolver. En 2014, Matthew Brue, un tipo con el corazón roto pero las ideas claras, decidió que era momento de hacer música que no se escondiera tras poses ni fórmulas. Así nació Missio, primero como un proyecto solista, y luego —tras conocerse con el productor y multiinstrumentista David Butler— como un dúo explosivo que mezcló confesiones personales con beats potentes y atmósferas densas.

Desde el arranque, Missio apostó por un sonido que no se parece al pop tradicional, ni al electro de fiesta. Lo suyo es un viaje introspectivo, una mezcla de synth-pop con rock alternativo, donde cada tema parece estar escrito en una libreta con lágrimas, rabia y redención.

En 2017 llegó Loner, su álbum debut, encabezado por el himno “Middle Fingers”, una declaración de independencia emocional disfrazada de canción alternativa. El sencillo les abrió las puertas de la escena global, llevándolos de los rincones digitales a los escenarios más relevantes del género.

Una evolución que no le teme a la oscuridad

Con el paso del tiempo, Missio no se relajó ni se hizo más “comercial”. Al contrario: en 2019 lanzaron The Darker the Weather // The Better the Man, un título que ya decía todo. Era un disco para días grises, para corazones en proceso de reconstrucción, lleno de letras potentes y producción pulida.

Luego vinieron Can You Feel the Sun (2020) y VILLAIN (2022), dos discos donde el dúo terminó de consolidar su universo: uno donde los demonios internos se enfrentan con sintetizadores distorsionados, bajos intensos y versos que no temen hablar de adicción, ansiedad o soledad.

Para 2024, lanzaron I Am Cinco, un disco que más que un álbum es una declaración de identidad: poderosa, fragmentada, vulnerable. Canciones como “I Am High” o “Heart Made of Dynamite” mantienen la esencia cruda de Missio, pero ahora con una producción más expansiva, casi cinematográfica. Además, su incursión en el universo gamer con “KING” para Fortnite dejó claro que el dúo no teme experimentar con nuevos formatos.

Un dúo que suena a verdad

Hoy, Missio es más que una banda. Es un espacio emocional, una especie de terapia colectiva en forma de música alternativa. No importa si los descubriste por accidente en Spotify o si los sigues desde sus días en SXSW, su propuesta sigue siendo brutalmente auténtica.

Porque al final, Missio no busca sonar bonito: busca decir lo que muchos callan. Y en esa misión, no hay quien les gane.

Missio en CDMX

Missio se presentará en el Foro Indie Rocks el 12 de junio. 

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