La leyenda holandesa del EDM regresa para hacer vibrar hasta las paredes con su sonido demoledor
El DJ que no necesita presentación (pero igual se la damos)
Si hay alguien que no sabe quién es Tiësto, probablemente también cree que los raves se inventaron en TikTok. Pero para el resto del planeta, este ícono de los beats, los drops y las luces láser es sinónimo de fiesta total. El próximo 14 de junio de 2025, el Palacio de los Deportes se convertirá en la catedral del EDM con el regreso de este titán de las tornamesas.
Y no, no estamos exagerando. Con más de dos décadas rompiendo pistas de baile alrededor del mundo, Tiësto sigue tan vigente como cuando nos voló la cabeza con Adagio for Strings o nos puso a brincar con The Business. En México, su nombre ya es sinónimo de fiesta épica, y si alguna vez lo has visto en vivo, sabes que este cuate no se anda con medias vueltas: se trata de una experiencia de otro nivel.
Una noche de música, sudor y euforia colectiva
Lo que hace especial a Tiësto no es sólo su técnica (que es de otro planeta), sino su capacidad de leer al público como si tuviera un radar para emociones. Es de esos DJs que te tienen bailando sin parar aunque no tengas idea de qué hora es ni qué canción está sonando.
Su show en CDMX promete ser un recorrido por sus diferentes etapas, desde los sonidos más tranceros de sus inicios hasta el big room que le ha valido headliners en los festivales más importantes del planeta. Red Lights, Boom, Don't Be Shy o 10:35… más vale ir calentando las piernas, porque esa noche no se va a descansar.
¿Lo mejor? El venue. El Palacio de los Deportes es el lugar ideal para este tipo de shows: grande, vibrante, con acústica que retumba hasta en los huesos. A eso súmale pantallas gigantes, cañones de luces y una producción que, si sigue el nivel que Tiësto acostumbra, podría fácilmente competir con cualquier festival europeo.
¿Te lo vas a perder?
Los boletos están más que agotados, lo cual no es sorpresa. Tiësto no es cualquier DJ: es una leyenda viva que ha sabido evolucionar sin perder su esencia, conectando con nuevas generaciones sin soltar a las que lo vieron surgir. En cada visita a México deja claro por qué su nombre sigue en lo más alto del cartel.
Así que si eres de los afortunados que logró cazar entrada, prepárate para una noche intensa, explosiva y catártica. Y si no, ni modo: habrá que esperar su próxima visita, que con suerte no tardará mucho.
Pero una cosa es segura: el 14 de junio el Palacio de los Deportes no será el mismo después de que Tiësto le meta fuego con su música. ¿Estás listo para que te vuele la cabeza?